lunes, 31 de agosto de 2009

NO RENUNCIES, NO DESISTAS, NO TIRES LA TOALLA; PERSEVERA, ALCANZA Y SERÁS FELIZ

Por: Orlando Giraldo Arango, OGA
Con este título como premisa, seguramente muchas y grandes cosas además de otras que nos parecen sencillas podrán hacernos felices en la vida. Quizás cotidianamente obremos insistentes en todo aquello de lo cual esperamos nos rinda un fruto palpable, material o económico; pero en lo concerniente a nuestra felicidad interior, la complacencia respecto al querer del corazón, por ejemplo en lo tocante a la convivencia en armonía en torno al hogar, el trabajo o cualquiera que sea el ámbito social de desempeño y a veces hasta respecto a lo que nos planeamos obtener en lo personal porque nos gusta o satisface somos simples en el obrar que nos conduzca a tener lo deseado. Cuántas pequeñas situaciones adversas nos han hecho desistir en nuestros propósitos y hasta sufrir amargamente, cuando en realidad no debió haber el más mínimo motivo para ello. Si nos detenemos a meditar, el sufrimiento no es más que una pérdida de tiempo y se constituye en el mayor tropiezo que no nos deja salir adelante entorpeciendo el camino que nos hemos trazado. A veces le damos más importancia a lo que se presenta opuesto a nuestro querer que a todo aquello que puede contribuir en los planes. Si algo nos parece incierto influye tan profundamente en nosotros que no nos deja seguir; y si es en cambio un logro lo vemos tan poquito que la motivación no se hace sentir. Cambiemos de actitud en este sentido valorando más, mostrándonos complacidos y motivados tras cada paso efectivo que demos; recordemos que la felicidad no es un destino, es el propio camino. La vida está hecha de cada segundo que pasa, por lo tanto no debemos creer que sólo al cumplir cierta edad y con ella lograr ser profesionales o padres, o jefes, o alcanzar lo que hemos querido, será cuando al fin podremos saborear algo de esa felicidad tan anhelada por todos. Recordemos que así como no hay nuevo día sin un anochecer, jamás nadie ha llegado a ser adulto sin antes pasar por niño. Los grandes logros siempre han tenido fundamento en algo pequeño, las cadenas están hechas de eslabones, la línea es una secuencia de puntos, después de la tormenta llega la calma, no estás solo en este mundo y así como otros necesitan de ti, tú bajo algunas circunstancias estarás sirviéndote de los demás, para lo cual no debes ser orgulloso. No desistas, cada intento que des tras lo que persigues, te abre nuevas expectativas con la satisfacción de haber hecho lo que querías, sin importar en últimas, que hubieras librado una gran batalla tras la cual no hallaras el resultado final de vuestro propósito. Insiste, vuelve a empezar si es necesario, pero no tires la toalla. Debes ser perseverante aún cuando de servir se trate, recuerda que el servicio es por sí mismo motivo de gran felicidad. Tomado del libro "Servir y Ser Feliz", de OGA

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